Estamos ante los primeros pasos de la sexta oleada de
extinción biológica en masa del planeta, en el que los
insectos, arañas o gusanos, tan importantes en nuestra vida diaria
(como en la polinización, el control de plagas de los cultivos o la
descomposición y el ciclo de los nutrientes) han sufrido un descenso tal que su
pérdida y deterioro no hacen sino atestiguar la preocupante situación en la que
nos encontramos.
Esta pérdida en el número de invertebrados se debe, sobre
todo, a la alteración del clima a escala global y a la pérdida de su hábitat.
Su merma en número pone en peligro la capacidad de la naturaleza de
proveer a los seres humanos de elementos que necesita para vivir.
Nessun commento:
Posta un commento